Hacia una era sin fronteras, sin combustibles fósiles, sin extractivismo neocolonial

La Comunidad Aerocene

Mientras que las industrias basadas en los combustibles fósiles continúan sus intentos de colonizar otros planetas, el aire, esta interfaz común de la vida terrestre, sigue estando en peligro: las emisiones de carbono llenan el aire, las partículas flotan dentro de nuestros pulmones mientras la radiación electromagnética envuelve la Tierra, dictando el tempo del capitalismo de vigilancia. El control que ejercen unos pocos representa el sufrimiento de la mayoría multi-especie en la actual era de crisis ecológica. Esta lógica extractivista neocolonial se extiende actualmente a la transición energética. En una cruel ironía, la “fiebre verde” por extraer litio para las baterías está contaminando y reduciendo uno de los elementos más cruciales de la Tierra: el agua. En el siglo XXI, el litio se ha convertido en la nueva frontera de la expansión capitalista.

Necesitamos una era diferente, una que dé un vuelco radical a las narrativas fósiles de la materialidad y examine las nociones inscritas de propiedad y bienes, humano e inhumano, de producción y sometimiento. ¿Cómo se sentiría la respiración en una era post-combustibles fósiles? ¿Cómo podemos desafiar el dominio de las fuerzas geopolíticas de la desposesión, y superar el enfoque extractivo hacia la Tierra y la riqueza de vida que sostiene? Juntos, llamamos a una nueva era: Aerocene (o Aeroceno).

Aerocene es una propuesta -una escena en, sobre, para y con el aire- hacia una alianza recíproca con los elementos capaz de devolver al aire una comunidad de vida.

Aerocene imagina el espacio como un bien común, un lugar físico e imaginativo sustraído al control corporativo y a la vigilancia gubernamental.

Aerocene promueve el acceso libre y desprotegido a la atmósfera, a través de nuevas herramientas y prácticas relacionales surgidas de comunidades que intentan mover las masas de la Tierra hacia una era post-combustibles fósiles.

Esta nueva era consigue despegar gracias a un globo aerosolar, una entrada colectiva, Do-It-Together (DIT), a lo aéreo, cuyo único no-motor es el caudal de energía brindado por el Sol. Una vez inflado y calentado por el Sol, se eleva en el aire, convirtiéndose en una escultura voladora que se eleva sin utilizar combustibles fósiles, helio, hidrógeno, paneles solares, baterías ni quemadores. Al flotar sin emisiones de carbono, estos viajes aerosolares especulan sobre los tipos de estructuras sociopolíticas nómadas que podrían surgir si pudiéramos navegar por los ríos de la atmósfera. Se trata de convertirnos en aeronómades y notar, cómo decía Rosi Braidotti, la “no fijeza de las fronteras y [de] desarrollar el deseo de seguir traspasándolas”. Se trata de pasar del Homo economicus al Homo Flotantis: en sintonía con los ritmos planetarios, consciente de vivir con otros humanos y no humanos, y que flota con el océano de aire, desarraigando las lógicas geocéntricas dominantes para encarnar una relación cada vez más entrelazada con la atmósfera y el cosmos.

La atmósfera, al soportar las consecuencias de la práctica material de extracción del régimen del capital fósil, se ha convertido en una zona altamente estresada del mundo terrestre comúnmente compuesto. La aerodinámica, en constante movimiento y transformación, conlleva intrínsecamente complejos procesos espaciales, temporales, sociopolíticos y ecológicos, y encarna hoy las desiguales relaciones de poder proyectadas hacia arriba desde la tierra. Los modos hegemónicos de reproducción en pleno Capitaloceno, junto con la movilidad y organización humana dentro de la red de la vida, han promulgado la ruptura de los umbrales de contaminación atmosférica, con emisiones de CO2 que ahora superan las 400 ppm (Partículas por Millón). Esta corrupción del aire es el detonante de los cambios de estado en los sistemas de la Tierra, los cambios críticos que ya están en marcha, con el aumento de las temperaturas planetarias y la proliferación de múltiples desigualdades en una época de resurgimiento del nacionalismo y la inestabilidad geopolítica.

En plena epidemia de COVID-19 se intensificó nuestra atención al aire y a lo que transporta. Al llevar mascarillas, reconocimos el poder de nuestro aliento; también reconocimos que la salud es una medida colectiva, que en un mundo interconectado en el que todos somos músicos en una sesión improvisada, debemos actuar con responsabilidad hacia los demás. El racismo medioambiental demostró una vez más tener consecuencias desastrosas y mortales durante la crisis del COVID-19. Aunque intrínsecamente un virus no puede discriminar, los sistemas sociales existentes sí pueden hacerlo, y garantizan que unos se infecten y otros no, y que unos se recuperen y otros no. Se hablaba del COVID-19 en términos de guerra; el racismo medioambiental también es, en cierto modo, una guerra, con numerosas víctimas e innumerables campos de batalla. Como escribió Achille Mbembe, “Todas estas guerras contra la vida empieza quitando el aliento”. Por lo tanto, nuestra respuesta de ataque debe ser contra “todo lo que condena a la mayoría de la humanidad a un cese prematuro de la respiración, todo lo que ataca fundamentalmente las vías respiratorias, todo lo que, en el largo reinado del capitalismo, ha constreñido a segmentos enteros de la población mundial, a razas enteras, a una respiración difícil y jadeante y a una vida de opresión.”

¿Cuáles son los derechos de paso, los pasillos que debemos abrir para restablecer el derecho a la deriva y a la respiración? ¿Cómo podemos superar la paradoja de las decisiones tomadas por unos pocos, forzando e inhibiendo simultáneamente la movilidad y la capacidad de respiración de la multitud multi-especie? Aerocene reclama una ecología interplanetaria de la práctica que pueda volver a conectar con las fuentes elementales de energía y los estratos procedentes del Sol y otros planetas, elevándose hacia arriba -hacia abajo y hacia dentro- hacia una era de relaciones simbióticas y sensibilidades renovadas dentro de la red de la vida. Sugerimos un modelo de paisaje que equilibre y aproveche nuestra relación con el potencial ilimitado del Sol. Esta realización requiere un salto termodinámico de la imaginación, como durante un eclipse, cuando sólo en ausencia de luz tomamos conciencia de nuestra escala en la sombra del cosmos.

Investigadores en ecología industrial y social se refieren a los “regímenes socio-metabólicos” para definir cambios de era en las relaciones energéticas entre los seres humanos y su entorno, estableciendo una correlación estricta entre éste y conjuntos específicos de valores sociales. Argumentan que dos de los principales tipos de estos regímenes han sido de base solar: los de las sociedades cazadoras-recolectoras y los de las agrarias. A pesar de la existencia de sociedades que aún encarnan tales relaciones con el sol -junto con todas las demás especies y formas de vida-, tanto ellas como las condiciones de las infraestructuras civilizacionales actuales se ven amenazadas por el dominio del actual régimen socio-metabólico, el que se basa en los combustibles fósiles y alimenta el Capitaloceno.

Por ello, urge repensar los modos de ser y de coexistir con el planeta y con todas las especies que lo comparten. ¿Cuál podría ser el cuarto régimen socio-metabólico? ¿Cuáles son nuestras distintas capacidades de respuesta dentro de las actuales crisis de ecologías sociales, mentales y medioambientales bajo el capitalismo? ¿Cuál sería el nuevo conjunto de valores necesarios para alejarnos del sol en sombra del capital fósil, devolviendo nuestros sentidos socio-políticamente capturados a la Tierra, en lugar de a los imaginarios de lo global y lo nacional?

Es posible que a través de una rearticulación de nuestra relación con el Sol, el aire y el cosmos abramos los límites de la Tierra, para habitar el espacio con una sensibilidad interplanetaria renovada, por este mundo y todos los demás – libres de fronteras, libres de combustibles fósiles, libres del extractivismo neocolonial. ¡Aeronautas, únanse!

Breve historia del litio: del Big Bang al Big Crash

Claudia Aboaf

Vestigio del espacio exterior en las salinas, el litio vibrante ya estaba bajo el cuidado de los pueblos indígenas hace diez mil años. Sobre el supuesto salvador en la transición energética y algunas desobediencias que se infiltran en el panorama mundial del desastre climático.

En la historia mundial del litio se cuenta que esa “piedrecita de color blanco plata” que tanto excita al capitalismo, tuvo una espléndida introducción en el planeta desde el denso y caliente Big Bang, el mismo suceso que lleva a Carl Sagan a afirmar que somos polvo de estrellas. La cosmología describe a la gran explosión que daría comienzo a la realidad física de la Tierra, pero no explica en sus estudios la desbordada voracidad de uno de los animales vivientes por consumirla y la continua creación de espejismos. De los tres elementos que se sintetizaron en el planeta, el litio se acomodó en los salares sudamericanos, asociado con los cuerpos de agua, en esa sopa rica de origen hace 13 millones de años.

Luego, un largo silencio.

Nadie supo de ese elemento químico y vibrante que dormía en las salinas, nada se dijo de su destino doradista en esta era actual de la demencia antropocéntrica.

En 1817, un joven estudiante sueco se infiltró en un laboratorio, aisló por primera vez el litio blando y plateado e intentó cortarlo con un cuchillo; ese fragmento que provenía de la isla de Utö dio inicio a la curiosidad por el residuo cósmico.
Más adelante, en 1949, el Dr. Cade, un psiquiatra australiano que fue prisionero de guerra en un aterrador campo de concentración japonés reemplazó con el litio las terapias de shocks eléctricos y las lobotomías. Anunciaba las “sales de litio para el tratamiento de las excitaciones psicóticas”.

Todo esto nos lleva a hablar de Catalano, el sabio argentino que exploró los salares de la altiplanicie andina en la década de 1920 -me lo nombra el Dr. Bruno Fornillo, del colectivo de geopolítica y bienes comunes junto a Melisa Argento, mientras maneja atento a su selección de rock nacional y al camino de montaña a 4100 m de altura que atravesamos para volver a San Salvador de Jujuy, luego del encuentro de arte y activismo con las comunidades, convocados por Tomas Saraceno. Catalano, el apasionado por los metales raros, cateó los salares con visión desarrollista. Fue en el Salar del Hombre Muerto donde imaginó, durante la noche puneña, con los ojos llenos de estrellas el “plan argentino de movilización industrial” para liberar al pueblo de una “ola pestosa que se propaga y romper las cadenas de la deuda externa con el Norte global” y “para la libertar al niño de las garras de esos modeladores de eunucos, de serviles y de esclavos” al nacionalizar recursos como el litio para el pueblo. ¿Pero de qué pueblo hablaba Catalano en sus discursos radicales y panfletarios?

Resulta que esa materia vibrante, electroquímica, vestigio del espacio exterior en las salinas, ya estaba bajo el cuidado de los pueblos indígenas desde hacía diez mil años. Y están ahora, aunque la litieras en su avanzada, declaren que allí no hay nadie, sólo sombras en sus pesadillas. Pero todo lo que va suceder ante las mujeres defensoras de la cuenca como Verónica Chavez, comunera de Santuario de los Pozos (Jujuy), ante la vista misma de las llamas, la presencia de los cardones y los ojos de agua, será imprevisto, doloroso, como en una catástrofe.

“Creíamos que con solo reemplazar el petróleo y el gas (los combustibles fósiles) con energías limpias (como el litio y los paneles solares) ya estábamos en un planeta verde viviendo como vivimos siempre. Pero esta transición no viene con un manual de respuestas”, afirma la investigadora Maristella Svampa, compañera de la colectiva Mirá socioambiental. “Tenemos la voz de los habitantes del Sur y la transición energética tiene que ser la oportunidad para que repensemos el sistema energético hasta ahora concentrado en las grandes corporaciones, que ha generado pobreza energética y desigualdad. Necesitamos un sistema energético solidario que implique, sobre todo, otro vínculo con la naturaleza”.

Les conté de la “piedrita blanda” que tanto excita al capitalismo, atempera las excitaciones psicóticas y podría calmar a las corporaciones que vienen a hacer sus negocios para salvarse a sí mismas, donde antes nos llevaron a otro espejismo con el petróleo. Podría el litio atemperar a la población bipolar en plena manía por las baterías, depósitos de su memorias en los teléfonos o cuando se deprimen al romperse sus juguetes y quedan llorando como niñxs. También están los pueblos originarios que acceden a alguna tecnología pero que aún almacenan la mayor parte de sus memorias palabreando con los ancestros en ese mundoambiente de la Puna de humedales altoandinos.

Les conté que la vida, desde “la sopa primitiva”, se abrió paso en distintas expresiones y los vivientes humanos, tan intensos siempre, son sólo uno entre las especies. Escuchemos qué dice aquí en las Salinas Grandes el resto de los vivientes, al estilo de Uexküll, metafísico naturalista, o Krenak quien nunca interrumpió esa conversación interespecie con los cuerpos del agua cuando les quiebran “las venas ”, en este caso las de la cuenca, para la extracción del litio. Esas materias vibrantes, “no-cosas” tendrán algunas voces más tenues, otras molestas, como Kachi, Halita, la sal, la raíz de Salarium que fue un bien simbólico, medio de intercambio. La salina y salobral, extensión de belleza blanca que soporta bien unos cortes aquí y allá en los bloques de sal para los compañeros terrestres. El cerro, el Apu, desnudo de plantas que ve su mundo circundante todo mapeado, el paisaje manoseado en disputa de las pertenencias mineras y a todos los viven en su falda mientras él tutela las comunidades. Hacen eco en su ladera las risas porque dicen en asamblea que los abogados ambientalistas van a llevar una montaña a los tribunales; no se rían porque va su espíritu.

Ahora hablemos de la Naturaleza sujeta de derechos, pero sobre todo del litio y su derecho de permanecer en la sopa rica. Del misterio del litio, ese residuo cósmico, el supuesto salvador en la transición energética para un mundo post fósil que de todos modos nunca llega. Y las mineras del Norte que al llegar se topan con los guardas de la Puna plenos de visiones cósmicas. También de la inteligencia del reino mineral, del código químico del litio que retiene la memoria energética, pero también de los espejismos, del consumo y de la voracidad capitalista. De los bienes comunes. Del agua y la desertificación de los territorios; hablemos de su falta. Hablemos de un mundo excitado por seguir igual siempre. Y de Verónica, la comunera, que saluda de mañana a la Pacha y pide ayuda de tarde a la Mamita Salina para que no vengan las mineras.

Algunas desobediencias se infiltran en este panorama mundial del desastre climático: las luchas en los territorios y la autorganización política, los abogados ambientalistas como Alicia Chalabe y Enrique Viale, pero también algunas figuraciones imaginativas que emergen como la película documental “Pacha” realizada por Maxi Laina que se empezó a filmar en el 2020 en Jujuy y continúa en el proyecto “Fly with Pacha, in to the Aerocene ”. Tomás Saraceno y sus esculturas aerosolares que ya viajaron por muchos países y las vimos elevarse desde Alafarcito y en las Salinas Grandes, junto a los pueblos originarios en este Enero de 2023. Son diseños que especulan con vuelos distintos por encima y por debajo de la tierra. Vuelos sin combustibles fósiles, que no extraen el litio de las salinas. Son signos de futuros posibles, faros de advertencia e imaginaciones encendidas. Aerocene es una herramienta poética y se pregunta por el destino técnico de la humanidad. El 1 de Junio 2023, el “proyecto audiovisual en constante evolución” tendrá su lugar en la exposición de la Serpentine Gallery de Londres, Inglaterra, bajo el título: Web(s) of Life. El arte, como la literatura, tiende puentes sensibles para habitar mundos más complejos y preguntarnos si seremos esclavos de las instrucciones de esta civilización antropocéntrica o libres de especular un vuelo distinto, interespecie, cósmico y en comunidad. Como dijo Ursula K Le Guin: “La resistencia y el cambio muchas veces empiezan con el arte”.

Les conté que el ojo que mira la belleza del cielo, mira a su vez al interior del ojo que es polvo de estrellas y se extiende hacia afuera para configurar el cuadro del mundo. En algún momento tendremos que mirar en el cuadro del mundo el lado oscuro de esta civilización eléctrica que ahora viene por el litio.

 

Litio: El sinsentido de buscar mitigar el cambio climático a costa de la misma naturaleza y las comunidades locales

Pía Marchegiani y María Laura Castillo Díaz

La carrera por controlar la cadena de suministros de los ahora llamados minerales críticos, o minerales para la transición energética, abre un nuevo capítulo en la disputa geopolítica global. Tras la pandemia y con el conflicto bélico en Ucrania, que demostró la vulnerabilidad de las cadenas de suministro, países de Norteamérica, de Europa, y de Asia, en particular China, compiten no solo por dominar las tecnologías de los productos finales, sino también por el acceso a los depósitos de estos minerales, que de momento son centrales para el almacenamiento de energía, como es el caso de las baterías para los automóviles eléctricos. En un contexto de crisis climática, estos productos podrían disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, si existe infraestructura de apoyo y son abastecidos por fuentes renovables.

Los países como Argentina, que tienen junto a Bolivia y Chile, cerca del 60% de las reservas de litio en salmuera, ven este interés por el litio como una ventana de oportunidad para atraer inversiones, en particular en un contexto de elevados precios, y en mucho menor medida, buscan apuntalar procesos vinculados al desarrollo de alguna parte de las baterías en el país. Sin embargo, poca importancia le prestan a los valores de los ecosistemas en los que se encuentra el litio y a la forma de vida de comunidades que allí habitan desde hace cientos de años.

Argentina es hoy el 4° productor mundial de este mineral y cuenta con alrededor de 50 proyectos en diferentes fases. Con el foco puesto en la generación de divisas que requiere el repago de la deuda externa, los gobiernos provinciales y el gobierno central priorizan estas inversiones, por sobre la realización de complejos, pero necesarios estudios hidrológicos para determinar si las operaciones pueden llegar a ser realizadas sin daños irreversibles al ambiente. Esto es especialmente preocupante en una región extremadamente frágil, en donde el agua es el bien escaso que define la supervivencia; su disponibilidad y calidad pueden resultar gravemente alterados por los impactos de la minería de litio, que ha sido considerada como una verdadera megaminería de agua por los volúmenes que demanda en sus procesos.

Las herramientas de gestión y política ambiental dirigidas a identificar los impactos ambientales para prevenirlos, o bien, no se aplican, como la evaluación ambiental estratégica, o se aplican deficientemente, como meros formalismos, como sucede con el proceso de evaluación de impacto ambiental. Estos últimos no se realizan con perspectiva integral de cuenca -sino que se circunscriben a espacios geográficos limitados-, y tampoco integran los usos de agua preexistentes de otras actividades económicas, ni los necesarios para la vida de las comunidades y la biodiversidad. Por último, tampoco cuentan con líneas de base ambiental sólidas, ni contemplan el impacto acumulativo o sinérgico de las operaciones en curso ni de las proyectadas.

Tampoco se comparte públicamente información ambiental ni se invierte tiempo suficiente para dar cumplimiento con los derechos de consentimiento libre, previo e informado, que exigen tiempo para dialogar con las comunidades para que puedan entender las consecuencias de la extracción del litio y el impacto en su vida y cultura, y en su caso, consentirla.

A raíz de ello, comunidades como las de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc vienen llevando un proceso de resistencia y defensa de su territorio y derechos por más de doce años.

Sumado a esto, se promueve a la minería de litio como la solución al cambio climático, y no se tiene en cuenta que los humedales en los que se pretenden desarrollar tienen un enorme potencial para contribuir a la mitigación y a la adaptación de la biodiversidad y de las personas a sus efectos. Por ejemplo, allí existen microorganismos que tienen la capacidad de secuestrar y almacenar dióxido de carbono, mientras que su degradación podría provocar la liberación de los gases de efecto invernadero capturados en ellos.

Pensar al litio como una mera mercancía a exportar, en vez de resolver el problema de divisas, seguramente lo refuerce generando una nueva fase de desarrollo dependiente, comprando productos más caros como los posibles automóviles eléctricos. Lo que genera nuevos problemas de balanza de pagos y ciclos de endeudamiento, que reforzarán una vez más el ciclo vicioso de tener que explotar más naturaleza para pagar la deuda.

La pérdida de valiosa biodiversidad, formas de vida, saberes y culturas andinas, no solo convierte a estos territorios en zonas de sacrificio del modelo hiper-consumista del Norte global, que no busca reducir su demanda de minerales y naturaleza, sino que también refuerza desigualdades existentes, y obtura la posibilidad de pensar en un cambio de paradigma que coloque al cuidado de la vida de personas y ecosistemas en el centro, y que nos enseñe a vivir dentro de los límites planetarios.

KACHI YUPI – “HUELLAS DE SAL”

Comunidades Indígenas de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc

“Para las Comunidades de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, el Buen Vivir es el proceso de la vida comunitaria en plenitud en nuestro territorio. Es ser uno mismo con la comunidad desde sus propias raíces. Alcanzar el Buen Vivir, implica saber  vivir y luego saber convivir”.

El presente documento contiene el trabajo en los territorios de las comunidades de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, que organizadas construimos así, un sendero de lucha y de acción política con nuestra vida, en un escenario de disputa con los modelos y las políticas funcionales al despojo, en un horizonte por el Buen Vivir “Sumak Kawsay”, en el que nuestras acciones son propuestas como herramientas, estrategias, producción y revalorización de saberes y conocimientos ancestrales. Son alternativas político-organizativas que tienen su grandeza en la realización comunitaria y su potencia en la perseverancia. Distinto a la realidad que se nos presenta en modelos y planes de desarrollo que no dialogan con lo que somos, que no dan cuenta de nuestra historia comunitaria, nuestras necesidades y potencialidades, y en los que nuestra voz no ha sido escuchada.

Ante esta realidad común, desde nuestros encuentros, asambleas, reuniones, talleres por comunidad, desde los debates, reflexiones y luchas políticas de acuerdo a nuestra construcción organizativa ha surgido la propuesta de elaborar un Procedimiento de Consulta y Consentimiento Previo, Libre e Informado para nuestras Comunidades Indígenas de las Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, de conformidad con el marco jurídico vigente en Argentina, en especial el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional, el Convenio 169 de la OIT – Ley Nacional N° 24071 y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU. Con este documento queremos presentar el camino que recorrimos para hacer frente a los conflictos territoriales que vivimos en nuestra región; propuestas que se encaminan en un sentido diferente de nuestra cosmovisión andina, atentando contra el equilibrio de la Pachamama. Creemos en la participación y la consulta como mecanismos para la creación de políticas integrales y comunitarias. (…)

¿Por qué lo denominamos Kachi Yupi?

Mucho hemos conversado, debatido y consensuado hasta obtener este documento que consideramos un instrumento comunitario para la defensa de nuestros derechos, de nuestras familias, de nuestra cultura, de nuestra identidad y de nuestra Pachamama. Entre otras cosas, hemos acordado que este es un primer avance, muy importante y que nos costó mucho trabajo, pero que no es definitivo ni para siempre, porque el proceso en nuestras comunidades se encuentra en constante cambio y/o evolución. Creemos que con el tiempo y según las condiciones le realizaremos revisiones, actualizaciones y mejoras para que pueda funcionar como la herramienta que imaginamos y concebimos, y de esa manera, sumar a las comunidades que sean afines a este documento.

También pensamos qué nombre le daríamos para que refleje nuestra verdadera cosmovisión y mentalidad jurídica. Así acordamos que se denomine de forma genérica como “Kachi Yupi” que en nuestra lengua originaria significa “Huellas de Sal”. Siendo comunidades salineras cuya identidad se configura, transmite y regenera en torno al territorio de las Salinas Grandes sentimos que este nombre nos representa y define apropiadamente para este documento.

¿Por qué pensamos en huellas de sal? Porque este documento se enraíza en lo más profundo de nuestra identidad, en la herencia de nuestros abuelos y abuelas, en los vestigios de su lucha por nuestro territorio, en las señales que nos dejaron sus pies, en las marcas que nos dejó la historia, en los rastros de sus aprendizajes y saberes, en la impresión profunda y duradera de su cultura.

A su vez, una huella representa un camino a seguir, una guía para el paso de personas y animales, un surco por el que debemos transitar. Este documento pretende servir como huella entonces, como conducto comunitario a través del cual se canalice nuestro derecho a la participación, consulta y consentimiento previo, libre e informado y así continuar con el legado de nuestros antepasados de defensa de las tierras y territorios con el cual nos hayamos íntimamente conectados.

¿Cómo elaboramos Kachi Yupi?

En nuestra vida comunitaria acostumbramos a realizar diferentes tareas bajo la forma de “minka”, esto es un trabajo compartido en el que todos sumamos nuestros esfuerzos en beneficios de la comunidad o de alguno de sus integrantes. Así elaboramos este documento, de forma comunitaria y compartida, consensuada entre todos los actores de nuestras comunidades. (…)

Lo primero que hicimos fue acordar cuáles iban a ser los objetivos y definimos en asamblea uno general (…):

  • Analizar los estándares internacionales del derecho a la participación, consulta y consentimiento previo libre e informado, avanzando en la definición de criterios comunes y contenidos especiales en torno a cada uno de ellos, y proporcionando elementos para la elaboración de un posible documento/protocolo de consulta especial para estas comunidades.

Para poder cumplir con este objetivo pensamos también como necesarios:

  • Continuar el proceso de diálogo entre las Comunidades de la Mesa de las Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc a los fines de acordar estrategias de trabajo conjunto para fortalecer la lucha por el respeto de los derechos indígenas.
  • Afianzar los conocimientos básicos en relación al Derecho Indígena en general y al derecho a la participación, consulta y consentimiento previo libre e informado en particular, como herramientas para exigir la aplicación efectiva de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos a nivel constitucional y en tratados internacionales (y concordantes).
  • Conocer las experiencias de otras comunidades indígenas en la lucha por el respeto a sus derechos fundamentales, especialmente a la consulta, analizando las acciones llevadas a cabo y proponiendo otras medidas superadoras.

Entendiendo que sólo nosotros podríamos definir los contenidos de Kachi Yupi, de acuerdo a nuestro derecho consuetudinario, cosmovisión, cultura y contexto, realizamos distintos encuentros en el territorio de las comunidades. Se aprovecharon también para avanzar en la definición de conceptos y criterios cada asamblea comunitaria de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc durante todo el año 2014 y parte del 2015. (…)

A medida que avanzábamos íbamos detectando y registrando las coincidencias y consensos de las diferentes comunidades. En todos los casos en que surgieron diferencias las presentamos en asambleas para ser sometidas a discusión y alcanzar un consenso. (…)

Finalmente en Asamblea general de todas las comunidades de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc se aprobó este documento llamado “KACHI YUPI – HUELLAS DE LA SAL / PROCEDIMIENTO DE CONSULTA Y CONSENTIMIENTO PREVIO,

LIBRE E INFORMADO PARA LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE LAS SALINAS GRANDES Y LAGUNA DE GUAYATAYOC”. Kachi Yupi recoge las conclusiones de todo el proceso, con la interpretación desde el punto de vista indígena.

(…)

Nuestra cultura / modelo de desarrollo

En un comunicado de prensa de la Mesa de Pueblos Originarios de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guyatayoc, del día 11 de Marzo de 2011 expresamos:

“… durante el año pasado, con preocupación, comenzamos a ser testigos mudos de una nueva actividad en la región, nadie nos informó nada a pesar de la vigencia de derechos que exigen que nos consulten (Constitución Nacional, Artículo 6 del Convenio 169 de la OIT). Nos enteramos por rumores y por los medios de prensa, que habían descubierto litio en el subsuelo de los salares de la Puna de Salta y Jujuy. Todos los anuncios del Gobierno, daban cuenta de la importancia de este nuevo emprendimiento para la economía nacional e internacional. Sin embargo, nadie dijo nada de cómo esta nueva explotación nos puede afectar a las comunidades y a nuestro territorio: a las salinas, a las vertientes de agua, a los pastos, a nuestros ganados, a la Pacha, a nuestras costumbres y creencias, etc. En síntesis: a toda nuestra vida…”

(…) Como pertenecientes a las culturas andinas buscamos el Buen Vivir antes que el desarrollo estratégico o crecimiento económico individualista. Esto sólo puede ser posible en la medida en que exista una relación armoniosa con la Pachamama, si se refuerza la participación, si se protege la identidad y la diversidad cultural, recuperando el control de los territorios y de nuestras vidas. Nuestro modelo busca crear condiciones para realizar una vida armónica y feliz. Desde esta lógica no son posibles miradas parciales, sino integrales. La “Pacha” es espacio, tiempo, materia, espíritu y también las proyecciones trascendentales. Además la vida humana tiene sentido en cuanto se desarrolle en conjunto con los demás. Desde este marco filosófico y espiritual las comunidades indígenas del territorio de la Cuenca sostenemos un concepto de desarrollo

relacionado con nuestro modo identitario profundo.

Nuestras comunidades y las salinas

(…)Muchos de nosotros, trabajamos o hemos trabajado en las Salinas.  (…) Las Salinas tal cual se conocen, son parte de nuestra cultura e identidad.

Desde esta perspectiva la sal no es un recurso económico, sino que constituye un “ser vivo”: tiene un ciclo de crianza, al igual que la siembra. En los meses de octubre y noviembre de cada año se realiza la “siembra” mediante la construcción de piletones; a partir de diciembre y hasta febrero -período de lluvias -, la sal se “cría” en los piletones; la “cosecha” se da desde marzo hasta mayo; a partir de este mes la sal se traslada hasta las instalaciones en donde se la fracciona para su comercialización. En agosto, pidiendo un buen año para la sal y nuestros territorios se da ofrecimiento a la Pachamama, siempre en el mismo lugar, con la ofrenda de hojas de coca, comidas, bebidas y la sahumada con coba. Así se renueva el ciclo de la sal, que conserva una periodicidad idéntica a las fases agrarias de la Quebrada, Puna y los Andes. La producción está llena de ritualidades, de prácticas, de secretos que reproducen una identidad cultural preexistente al Estado.

En torno al uso de la sal, las comunidades guardamos un conjunto de conocimientos aprendidos de los mayores, como el reconocimiento de diferentes tipos de sal (como alimento para los seres humanos, para los animales y medicamento para las diferentes dolencias). (…) El manejo racional de la misma ha sido una concepción ancestral de las comunidades, evitando su extracción fuera de control.  (…)

Existe además una relación afectuosa y de familia con todo el entorno. Por las señas que brindan los animales silvestres como el puma o el zorro sabemos cómo será el año, si será seco o lluvioso. Por su parte, las plantas silvestres con su floración advierten cómo será el clima. El mismo clima es familia, es común escuchar que la granizada castigó algunos cultivos y otros no, porque “tiene su camino”. Esta relación espiritual con el medio natural debe respetarse, y cualquier intervención debe realizarse en conversación y respeto a esta cultura.

La organización comunitaria en el territorio

Si bien cada comunidad indígena de la Cuenca cuenta con una organización comunitaria propia, a partir del año 2010 frente al avance de las empresas mineras de litio comenzamos un proceso de articulación y agrupamiento para tratar la implicancia de la actividad. La incipiente organización derivó en la conformación de la Mesa de Comunidades, la cual se reúne mensualmente para tratar diferentes asuntos relacionados con las problemáticas comunitarias, como así también, compartir espacios de reflexión y espiritualidad. (…)

Cada reunión de la Mesa se realiza en diferentes comunidades del territorio de la Cuenca, allí reflexionamos, nos formamos y decidimos los pasos a seguir. (…)

A su vez, hemos conformado una Mesa Chica como órgano ejecutivo y de coordinación de las decisiones, integrado por quince personas de diferentes comunidades de las cinco zonas del territorio de la Cuenca: Ruta 11, Ruta 52, Ruta 79, Dpto. Tumbaya y Ruta 75 (ver mapa). Desde estos espacios hemos asumido el compromiso de defender nuestro territorio y los derechos comunitarios de los Pueblos Originarios.

(…)

El proceso de la sal / El proceso de consulta

Conforme nuestra idiosincrasia cultural y nuestra realidad comunitaria, y dado que muchas de nuestras comunidades vivimos, trabajamos y nos relacionamos con la sal, elegimos de modo ejemplificativo relacionar el proceso de consulta con el proceso de la sal por ser característico de nuestra identidad y relacionamiento con las Salinas Grandes.

PROCESO DE LA SAL PROCESO DE CONSULTA
Preparación de las Herramientas

Con anterioridad a la cosecha de la sal, se preparan las herramientas de trabajo: palas, picos, hachas, barretas, antiparras quelaya (negro) y bolsas de lona. A su vez también se preparan comidas y bebidas para challar las herramientas que consiste

en chicha, alcohol para yerbiau, piri y tijtincha.

La ceremonia de la challada es en un lugar sagrado donde siempre quedará para las futuras generaciones. Durante la challada se sahuman con coa-coa las herramientas y a los trabajadores, se coloca lanas de colores y yoquien manos y pies de forma cruzada para que no los agarre la tierra y para que el trabajo sea exitoso.

En la actualidad el trabajo se lleva a cabo con intervención de maquinarias y también se siguen usando las herramientas manuales.

Etapa preparatoria o preliminar

A nivel comunitario apunta a la formación, conocimiento y defensa de los derechos, la existencia del protocolo y su validez, se im-

plementan mecanismos de fortalecimiento y organización. Este debe ser un trabajo continuado.

En relación con el resto de la sociedad, refiere a la creación de estrategias para que el Estado y las empresas reconozcan el protocolo (forma de publicidad del proyecto, acciones, lugares) y cómo ponerlo en funcionamiento, es decir socializar el documento en sí.

Etapa de construcción de los piletones

Como en todas las actividades andinas también en esta etapa se realiza la challada. Luego se buscan los lugares donde se construirán los piletones; este

debe ser un lugar limpio y donde no ingrese mucho barro.

Las medidas de los piletones son de 4 x 2 m, con una profundidad de 60 cm y una altura de agua de 30 cm.

Para la construcción se rompe con pico, hacha, y barreta al contorno de la medida se va despedazando la sal y se retira de los piletones la parte sucia y se deja al costado de los mismos, una vez que se retira todo se realiza una buena nivelación. Ahora se

realiza con una máquina retroexcavadora, la mediciones es de 10m x 1m, con una profundidad de 60 cm y con una altura de agua de 30 cm.

Se corta por el contorno de la medición con una cortadora de sal, luego de forma manual se realiza la primer hachada retirando el primer pedazo de escombro para que posteriormente trabaje la má-

quina. Una vez retirado todos los escombros con la máquina, de forma manual se cuadra y se nivela los piletones.

Diseño del proceso

Implicaría un primer contacto o reunión con los representantes del Gobierno, empresa y la comunidad (a través de la Asamblea

General de la Cuenca de Salinas Grandes y laguna de Guayatayoc).

Considerando al proyecto o medida concreta abarca la identificación de la relación entre las acciones del proyecto expuesto a consulta y los derechos a los que nos va a afectar.

Culminaría en la Asamblea cuyo objetivo sea aprobar el diseño del proceso de consulta contestando a una serie de preguntas, aplicando el protocolo al caso

concreto: cómo va a ser, cuándo comienza, dónde y quiénes participarán en cada etapa. Aquí se definirá la fecha de la siguiente asamblea en la cual comenzará

a desarrollarse la consulta propiamente dicha.

Crianza de la sal

En verano con las lluvias se llena de agua el salar, con la evaporación se recría de nuevo la sal, a esto lo llamamos la crianza o la siembra, la cual tiene su proceso hasta su floración y maduración. El tata INTI ayuda en todo lo que se refiere a la crianza, al igual que el Wayra (viento) quien con su soplido mezcla de un lado al Yacu (agua) para que esta se deslice por toda la sa-

lina y de esta manera el Kachi (sal) florezca por todos lados.

Desarrollo del proceso

Conforme a los acuerdos de la etapa anterior comienza a desarrollarse el pro-

ceso de consulta en asambleas con la presentación de la información a las co-

munidades (investigaciones, desarrollo y

explotación de la actividad, impactos, be-

neficios, desventajas y consecuencias).

El objetivo es que se obtenga una base

sólida de información para una posterior

etapa de maduración de la decisión.

Es importante un completo conocimiento del proyecto y sus impactos por parte de todos los miembros de la comunidad, para poder decidir de forma responsable. Sólo si la comunidad entiende que cuenta con información suficiente, y comprende la información que se brinda, se avanzará a la siguiente etapa.

Cristalización de la sal

Una vez construidos los piletones se deja madurar un año la sal, para luego recién cosecharla.

Maduración de la decisión

Implica un periodo interno de discernimiento y maduración de la propuesta. Y, otro, externo, en el que se expondrán dudas o requerimientos, petición de nueva información, ampliación de tiempo o clarificación de lo ya expuesto.

El objetivo es tomar una decisión con total conocimiento y responsabilidad y firmeza.

Cosecha de la sal

Cuando ya está lista para su cosecha, nos preparamos nuevamente para la challada y el agradecimiento a la Pacha por la nueva producción del KACHI (sal). Existen tres técnicas de cosecha:

1- De piletones en forma manual hasta desmenuzar la totalidad de la sal, la cual se va lavando con la misma agua que se desprende de la excavación, luego se saca la sal granulada a los costados de los piletones. Los piletones desocupados se barren y se cuadran para una nueva crianza.

2- Otra forma de cosecha son los panes de sal, el cual consiste, en primer lugar, buscar los bancos (espacios fraccionados demar-

cados por lo que los lugareños llamamos venas), primeramente se realiza una abertura comenzando por las venas donde se toma una muestra para saber si la sal es buena (pareja), seguidamente se marcan en el lugar 30 cm de ancho por 4 a 6 m de largo dependiendo del largo del banco. Para después marcar una línea recta por la cual se va hachando hasta abrir el corte, para esto se ayuda con barretas. Por último se cortan los panes en medidas de 25 x 30 cm se sacan a un costado y con un molde se encuadran, luego son apilados listos para cargar a los burros o camiones.

3- Sal granulada o sal blanda, consiste en el barrido de la sal flor con pala, luego se van amontonando en morros, para ser embolsados en bolsas de 50 kg y posterior comercialización.

Toma de decisiones

En esta etapa se tomará la decisión y se establecerán los acuerdos y garantías necesarios. El objetivo es la participación en el desarrollo de la actividad en caso de consentimiento afirmativo. Si fuera negativo, igualmente se celebra un acuerdo de respeto por el proceso y decisión, como así también se garantizará el respeto por la decisión.

Seca de la sal

Consiste en sacar la sal de los piletones y colocar a un costado, y se deja secar por un mes.

Cuando se hace con máquina retroexcavadora se deja a un costado de los piletones, se desparrama la sal para un secado más rápido teniendo en cuenta que la cantidad de cosecha es mayor.

Seguimiento del proceso

Esta etapa incluirá reuniones periódicas, evaluaciones y seguimiento de todos los pasos que se den en la actividad.

El objetivo es mantener a la comunidad presente todo el tiempo como parte del proceso y su continuidad.

 

ESTOS SON FRAGMENTOS DE “KACHI YUPI – HUELLAS DE SAL”, DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE SALINAS GRANDES Y LAGUNA DE GUAYATAYOC. PARA LEER EL KACHI YUPI COMPLETO ESCANEA ESTE CÓDIGO QR:

 

Encuentro Salinas Grandes 2023 – CONFERENCIA DE PRENSA

CONFERENCIA DE PRENSA

En el marco del encuentro en San Salvador de Jujuy y la cuenca de Salinas Grandes y laguna Guayatayoc, las Comunidades indígenas de Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial y la comunidad internacional Aerocene convocan a una conferencia de prensa el día 13 de enero de 2023 a las 11:30 hs. en el salón en Unión de trabajadores del Turismo Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), seccional Jujuy, ubicado en calle Benito Bárcena 676 de San Salvador de Jujuy.

Este encuentro marca la continuación de una relación de muchos años entre la comunidad de investigación y artivismo ambiental Aerocene, fundada en 2015 por el artista Tomás Saraceno, y las Comunidades indígenas de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc. En enero de 2020, la escultura aerosolar Aerocene Pacha se elevó en las Salinas Grandes, permitiendo a su pilota, Leticia Noemi Marqués, flotar libremente, sin uso de combustibles fósiles, ni helio o litio, convirtiéndose en el vuelo más sostenible de la historia de la humanidad y estableciendo 32 récords mundiales reconocidos por la FAI. El globo  elevado ese día llevaba el mensaje propuesto por las comunidades “El agua y la vida valen más que el litio”. El proyecto Fly with Aerocene Pacha contó con el apoyo del grupo de música BTS, curado por DaeHyung Lee.

En esta oportunidad el equipo de Aerocene viajará junto a representantes del Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (CAJE), entre ellxs Maristella Svampa, Enrique Viale, Gastón Chillier, Melisa Argento y Alejo Di Risio, así cómo también la abogada Alicia Chalabe, Bruno Fornillo del grupo de estudios en Geopolítica y Bienes Comunes, representantes de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, la curadora Inés Katzenstein, y las escritoras y ambientalistas Claudia Aboaf, Gabriela Cabezón Cámara y Graciela Speranza.

Entre el 14 y 16 de enero se desarrollarán talleres y grupos de trabajo junto con las comunidades en Alfarcito (declarado sitio de patrimonio histórico y cultural), de Salinas Grandes, cuyo objetivo es debatir sobre los escenarios regionales y globales de la transición energética, así como sobre los impactos e injusticias socioambientales de la minería de litio y la organización de las Comunidades indígenas de Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc. Los talleres requieren inscripción previa. Si desea participar, póngase en contacto con nosotros a través de la página de contacto.

En conjunto con una agenda de actividades que incluyen la realización de talleres de trabajo en torno a las claves urgentes para la Transición Ecosocial justa desde el Sur global y la centralidad de los Derechos de Naturaleza en la defensa de la cuenca de Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, se presentará el primer corto de Pacha (Dir: Tomás Saraceno y Maximiliano Laina, Argentina/Alemania, 2020), una película sin fin que seguirá siendo expandida y modificada en diálogo contínuo con las comunidades, la cambiante situación en las Salinas Grandes, y la evolución de estrategias locales y globales ante la crisis ambiental, presentándose un nuevo corte en junio 2023 en Serpentine, Londres.

Estamos en tiempo de descuento. De cara al agravamiento de la crisis climática y la urgencia de encarar la transición energética, nuestro primer mensaje es: No queremos ser más zona de sacrificio. Necesitamos hacer la transición, pero no podemos aceptar cualquier transición energética, como la que quieren imponer actualmente a los pueblos del Sur, a través de la minería del litio, que amplifica las desigualdades sociales, étnicas y ambientales. Debemos escuchar las voces de los territorios, en la defensa del agua, salares y nuestros bienes comunes.

Visitá el sitio web del Territorio Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc

CRONOGRAMA

Viernes 13 de enero

Conferencia de Prensa

Hora: 11:30 hs.

Ubicación: Salón en Unión de trabajadores del Turismo Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), seccional Jujuy, ubicado en calle Benito Bárcena 676 de San Salvador de Jujuy.

 

Sábado 14 de enero

Ubicación: Comunidad Alfarcito

10:00 – Taller 1 – Estrategias legales y visibilización de los derechos de las Salinas Grandes

13:00 – Almuerzo

15:00 –  Talleres prácticos para generar estrategias, imágenes y mensajes para la visibilización de la lucha en defensa de las Salinas Grandes.

19:00 – Proyección de Pacha.

Domingo 15 de enero

Ubicación: Comunidad Alfarcito

10:00 – Taller 2: Cómo dar visibilización a la lucha de las comunidades ante la transición energética y el aumento de la extracción de litio – varios casos

13:00 – Almuerzo

15:00 –  Talleres prácticos para generar intercambios, imágenes y mensajes para la visibilización de la lucha en defensa de las Salinas Grandes.

Museo Aero Solar Intiñan – COP20, Lima, Perú

Podemos ser aerosolares

Por Pablo Suarez, Ph.D.
Lider de innovación
Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja

El domingo 7 de diciembre de 2014, el Museo Aero Solar Intiñán se hizo más ligero que el aire y despegó del suelo, en el marco de la Conferencia Anual de la ONU sobre el Clima en Lima -COP20. En el evento participaron ex jefes de Estado, ministros nacionales y líderes de organizaciones de desarrollo de todos los continentes. No se necesitó helio ni una llama ardiente que se alimentara de combustibles fósiles: Sólo la luz del sol y la fuerza de voluntarios motivados.

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Bajo la visión y dirección de Tomás, un equipo de voluntarios locales se puso a trabajar, incluyendo artistas, estudiantes y jóvenes de la Cruz Roja, así como abuelas y niños de los barrios marginales cercanos al Parque Wiracocha. Entre todos construyeron un Museo Aero Solar: una gran escultura más ligera que el aire, hecha con bolsas de plástico que de otro modo serían basura, que atrae a personas de todas las generaciones. Bautizada como “Intiñán” (palabra quechua que significa “camino del sol”), la escultura aspiraba a aprovechar el poder del sol para hacer volar nuestro pensamiento y nuestra acción.

 

Mientras el Museo Aero Solar Intiñán absorbía la energía del sol antes de emprender el vuelo, muchos participantes decidieron experimentar la magia. Personas con traje y corbata se quitaron los zapatos y se metieron en esta catedral de luz hecha con simples bolsas de plástico. Una visión artística unía a los habitantes de las chabolas de Lima con científicos premiados con el Nobel, organizadores comunitarios de Bangladesh, equipos de televisión, donantes europeos y gestores de catástrofes de Uganda, todos ellos uniendo y reavivando su compromiso con un mundo mejor mientras miraban el luminoso mundo de posibilidades desde el interior de la incomprensiblemente bella escultura.

Me imagino lo que habrá tenido que pasar Pablo para conseguir el visto bueno de la burocracia. Ninguna métrica de éxito. Ninguna teoría del cambio. Él, luchando con uñas y dientes para que una organización grande y enormemente reacia al riesgo confíe en él, cae en los brazos de una comunidad, un artista, un facilitador y un creador de juegos. Y lo hicieron. Y eso cambió todo el evento. Gente con traje entrando en esta catedral hecha de bolsas de plástico, cada una individualmente cortada y añadida con amor al conjunto. Un montón de zapatos elegantes fuera de la entrada, como un castillo inflable de salón de baile. La alegría desbordante de la gente viendo cómo el arte que algunos habían hecho se convertía en una habitación, y luego se elevaba para convertirse en un transporte

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Intiñán encarnó lo que nuestro mundo necesita: Podemos ser aerosolares. Podemos movilizar el poder de la humanidad, abrazando la ciencia y el arte para revivir nuestra relación con el planeta. La belleza, la alegría y la profunda inspiración que surgieron al embarcarse en las ideas aerosolares de Tomás fueron magníficamente edificantes. Su invitación a una performance artística experimental fue un esfuerzo innovador y muy divertido que nos obligó a reimaginar el mundo y sus posibilidades.

Organizado por Development & Climate Days, 2014: Pobreza cero, emisiones cero, en una generación.

Con:

 

Studio Tomás Saraceno

Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja

Instituto de Desarrollo de Ultramar

Cruz Roja Americana

Cruz Roja Peruana

 

Pablo Suárez, Carlos Pedreros, Willow Brugh, Helga Elsner Torres, Ramiro Espinoza Wong, Frances Munar Aparicio y muchos más.

Museo Aero Solar Cuarachi

Hoy nos sumergimos profundo en la historia del Museo Aero Solar (MAS), reviviendo uno de los MAS más asombrosos jamás construidos, por su ubicación única y remota en la selva peruana, por las duras condiciones ambientales que rodearon su nacimiento y, principalmente, por la resiliencia de la comunidad que participó en su construcción. Permítannos reflotar la historia del Museo Aero Solar Cuarachi.

En junio de 2014, un oleoducto estatal reventó en el departamento de Loreto, Perú, contaminando las aguas del río Marañón, del cual los lugareños habían construido su medio de vida durante siglos. La falta de cobertura mediática de esta catástrofe ecológica dejó a las comunidades nativas con pocas esperanzas de recibir ayuda del gobierno.

Los artistas Helga Elsner Torres y Ramiro Wong decidieron pasar a la acción y se pusieron en contacto con la ya consolidada comunidad del Museo Aero Solar, muy activa en Perú.

Helga y Ramiro, que conocían la técnica de construcción de la escultura en forma de tetraedro, junto con un pequeño grupo de artistas y activistas viajaron a la remota localidad de Cuninico. Con el objetivo de documentar el impacto del vertido de petróleo en colaboración con la comunidad Cocama, la que fue mayormente afectada, asumieron el reto de construir colectivamente un Museo Aero Solar.

Helga, en diálogo con la Comunidad Aerocene, recuerda la experiencia: “Viajamos con un buen amigo, Ramiro Wong, desde Lima a Iquitos, y desde ahí en barco 2 horas hasta Nauta. Desde Nauta navegamos durante 12 horas en un pequeño bote, hasta finalmente llegar a Cuninico. Allí una familia nos recibió en su casa y nos dió comida durante los días que nos quedamos trabajando en el proyecto. En una comunidad que vive de los recursos naturales como esta, luego del derrame de petróleo, era muy complicado conseguir pescado no contaminado para comer. Sin embargo, de lo poco que conseguían, nos lo compartieron. Todo el pueblo estuvo dispuesto a ayudarnos. ¡Hasta nos construyeron una balsa para realizar el Museo Aero Solar! Cuninico, a pesar de todas las desgracias por las que pasó, es el lugar con un paisaje más hermoso, cercano a la Reserva Nacional Pacaya Samiria y con la población más generosa que he conocido. Aunque debido a las condiciones climáticas, no pudimos cumplir con el objetivo de documentar el desastre en el tiempo previsto, decidimos que sería óptimo, donar estas esculturas a la comunidad. De esta manera, ellos tendrían una herramienta más para documentar y denunciar el derrame de petróleo. Asimismo nosotros, seguiríamos creando conciencia sobre esta noticia en otros lugares.
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Es por eso que Ramiro, Frances Munar Aparicio @francesmunar y yo exhibimos de la mano del artista Tomás Saraceno la experiencia del Museo Aero Solar en Cuninico, en el Museo 21er Haus en Vienna, Austria. La gente que asistió a la exposición y a la conferencia se quedó boquiabierta: ¿Cómo es posible que, con la máxima impunidad, estos desastres sigan sucediendo? ¿Quién logra hacer una escultura solar en el medio de la Amazonía?”

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En el proceso de armado de un Museo Aero Solar, la remota comunidad Cocama de Cuninico se unió compartiéndonos las miserias de la contaminación ambiental, pero también la alegría de construir juntos una inmensa escultura hecha con bolsas de plástico reutilizadas en las que escribieron sus historias documentando los peligrosos impactos que los vertidos habían tenido en el ecosistema circundante, y en sus propias vidas.

Todas las fotografías son de Helga Elsner, a quien agradecemos por colaborar con la historia del Museo Aero Solar!

Museo Aero Solar Orquestando Ciudadanía

Somos efímeros

por Ángela Bonavita
Chascomús, 20 de diciembre de 2021

En septiembre empezamos a juntar, cortar y pegar bolsas de plástico en distintas instituciones de Chascomus, para lograr un gran museo Aero solar de 12 x 36metros.

Hace unos días ese Museo Aero Solar se convirtió en sala de concierto y en bastidor de niñxs, jóvenes y adultxs.

Ver la obra terminada nos invita a reflexionar sobre nuestro consumo. Cada unx de lxs que participamos en el armado aportamos una, dos o más bolsas y entre todxs juntamos (sin muchas complicaciones) las 4.000 que lo conforman.

¿Cuántas de todas esas bolsas habrán tenido más de 15 minutos de uso? ¿Cuántos negocios todavía insisten en usar plástico y cuántos otros lo cambiaron?

También nos gráfica un dato de color (bastante oscuro), este museo es el segundo más grande del mundo pero aún así, sería llenado con la basura de Chascomus que se genera solamente en TRES días.
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Somos efímeros, como el aire que entra y sale del globo, mutamos constantemente por el contexto o por cambios internos, como la forma del museo. Al mismo tiempo que cada unx de nosotrxs, somos parte de un todo, como cada bolsa que juntamos y reciclamos o tiramos. Pero vivimos en una sociedad tan inmersa en la rutina que pocas veces dimensionamos el impacto de nuestros actos y agarramos la bolsa del almacén o de ropa así sin mas. La mía + la tuya + la de ella…las cuatro mil.

Que lindo es usar el arte y el juego para frenar y cuestionarnos, compartir y aprender de y con tanta gente este proyecto.
El lunes una niña escribió una frase sobre la emergencia ecológica en el globo y me dió mucha certeza de que a su generación le llevaría bastantes meses más, juntar bolsas de plástico para armar su gran museo aero solar.

Maristella Svampa en Proyecto Ballena

El Antropoceno es la era del colapso. Y la palabra “colapso”, a su vez, sintetiza una realidad ilustrada por eventos extremos cada vez más frecuentes: destrucción de ecosistemas, incendios en la Amazonía, tormentas de fuego, animales sacrificados. Mientras nos acercamos a lo que podría ser el fin de la pandemia, la deuda ecológica todavía se está acrecentando. Acecha el riesgo de la parálisis de la acción, la parálisis de la imaginación política. ¿Cómo orientarnos hacia un camino post-extractivista, recalibrar nuestro lugar en el planeta e incluso en el cosmos? Las respuestas aparecen desde la militancia y el diálogo pero también desde el arte y la literatura, espacios que pueden abrir portales que señalan un horizonte utópico, un hedonismo alternativo, otras formas de vivir sobre la tierra.

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Museo Aerosolar Reconquista

Relato del proceso de trabajo

Por Carlos Almeida

En un momento en el cual nuestra sociedad se encuentra lastimada y dividida, fueron buenas guías para la gestación del Museo Reconquista las consignas: Trabajar libres de fronteras sociales y humanas y aprovechar la fuerza de la energía que genera el trabajo en comunidad.

Con estos objetivos un grupo de titiriteros y artistas visuales nucleados en el espacio académico “Laboratorio inflable”, decidimos convocar a sumarse al proyecto a grupos sociales que por alguna razón se encontraran expuestos a distintas situaciones de vulnerabilidad social.

Elegimos expresarnos a partir de lo que habitualmente se considera residuos, desde lo que es despreciado, desde lo que no manifiesta a primera vista la posibilidad de convertirse en un objeto artístico.

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Tal vez quienes más aportaron para hacer posible la construcción de esta gran escultura fueron precisamente las personas y grupos en situación más vulnerable.

La mayor parte de las bolsas que integran el Museo fueron rescatadas de los residuos que desde Buenos Aires llegan a la Cooperativa de reciclaje urbano Bella Flor, que está ubicada en la localidad bonaerense de José León Suárez. A esta región altamente contaminada y vulnerable se la denomina “Zona del Río Reconquista”, de ahí el nombre de nuestro Museo.

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En la misma zona del rio Reconquista a muy poca distancia de las instalaciones de la Cooperativa Bella Flor, se encuentra el Complejo Penitenciario Norte, donde en su interior, está instalado el Centro Universitario San Martín (CUSAM). El CUSAM es un centro universitario dependiente de la UNSAM, donde en una experiencia inédita pueden estudiar juntos presos y guardacárceles. Mujeres y varones.

Estos dos espacios, donde la vida cotidiana es muy difícil de afrontar, fueron los epicentros de la construcción del Reconquista. En la construcción del Museo trabajaron aproximadamente doscientas personas:

  • Trabajadoras de la Cooperativa de Reciclaje Urbano Bella Flor
  • Estudiantes privados de su libertad ambulatoria que integran la comunidad del CUSAM
  • Profesores, estudiantes, graduados y personal de gestión del Instituto de Artes de la UNSAM
  • Profesores y estudiantes del Instituto de Arquitectura y Urbanismo de la UNSAM
  • Profesores y jóvenes estudiantes de escuelas secundarias de la zona
  • Personas que de manera independiente se sumaron a la iniciativa aportando bolsas.
  • Recicladores, titiriteros, sociólogos, antropólogos, artistas de circo, bailarines, documentalistas, técnicos, artistas visuales, filósofos, arquitectos y gente entusiasta que se fue sumando.
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Nos propusimos construir un Museo Aero Solar a partir de las consignas compartidas generosamente por Tomás Saraceno y su equipo en el sitio de Aerocene. Tuvimos el objetivo de realizar una gran escultura construyendo previamente un pliego de 300 metros cuadrados, equivalente a un rectángulo de 10 x 30 metros, con bolsas o material que ya haya tenido algún tipo de uso previo.

Más de la mitad del material que compone el Museo Reconquista fue rescatado de las montañas de basura que circulan diariamente por las instalaciones de la Cooperativa de reciclaje urbano Bella Flor. También recurrimos a amigos y familiares que desearan donar bolsas. Detectamos en nuestra comunidad que en general los jóvenes y adolescentes no suelen tener guardadas en sus domicilios bolsas plásticas, fue más fácil recibirlas gracias al aporte de personas mayores.

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Nos resulta importante destacar que las trabajadoras de la Cooperativa Bella Flor dedicaron mucho tiempo, esfuerzo y alegría en la recuperación de bolsas para este fin y las fueron seleccionando pensando en los colores y formatos que les resultaban más atractivos para la construcción del Museo. Luego de ese enorme trabajo también dedicaron varios días limpiando y pegando bolsas.

Dos menciones especiales merecen la coordinadora de la planta Nora Rodríguez, quién propuso el nombre Reconquista y consideró que una de las actividades que debía realizar la Cooperativa de trabajo era la producción artística, porque tanto ella como su equipo tenían mucho para expresar desde ese lugar. La otra mención especial la merece Ernesto “Lalo” Paret, un gran articulador territorial que comprende e impulsa la expresión a través del arte en los procesos de reconstrucción social.

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A esta altura es importante mencionar la otra idea conductora del proyecto: Lo pequeño, lo oprimido, lo deprimido individual y socialmente puede transformarse y generar una sensación de expansión cuando logra tomar AIRE de manera comunitaria. Nos gusta la metáfora del Museo aplastado cuando se acomoda sobre el piso previo al montaje, en relación al Museo lleno de aire, expandido, vital y en movimiento.

Para concretar la construcción del pliego de 300 metros cuadrados, nos propusimos construir con cada grupo que iba participando, pliegos de aproximadamente 50 metros cuadrados. Cada jornada de trabajo duraba aproximadamente tres horas y concluía con el juego de elevar el pliego recién construido entre todos, embolsar aire y al bajar construir una “burbuja” donde todos quedábamos adentro y ahí… se cantó, se dijeron poesías, se rió y se jugó libremente.

Tanto el Museo terminado como estas instancias previas de juego son espacios de habitabilidad efímera, atmosferas de encuentro, esferas de aire.

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Otra consigna que atravesó el proceso de construcción fue que los participantes tuvieron la posibilidad de escribir, dibujar e intervenir los pliegos como desearan, expresando lo que quisieran, en absoluta libertad, sin ninguna consigna y sin ningún límite. Esta experiencia tuvo su punto más impactante en el CUSAM donde los estudiantes privados de su libertad ambulatoria utilizaron la posibilidad de expresarse al escribir sobre el plástico con extrema dedicación, cuidado y profundidad.

A medida que se iban construyendo los pliegos y llegando a nuestra base de trabajo en el Campus de la UNSAM, el equipo de titiriteros y artistas visuales de la cátedra Laboratorio inflable los iba uniendo, tratábamos de construir una lógica en la combinación de colores, texturas e intervenciones escritas.

Todo el proceso de montaje estuvo guiado por dos maquetas, una maqueta ya plegada con la forma final del tetraedro y otra con el rectángulo abierto y con la posibilidad de observarla desde sus dos caras que nos iba orientando en la posición donde cada pliego podría ser ubicado.

Esos objetos fueron de gran utilidad para explicar a la gente que se sumaba al proyecto cual iba a ser la forma final del objeto que estábamos construyendo y también fue útil para la etapa del plegado y del montaje final.

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El primer armado del Museo se realizó en el interior de una gran carpa de circo que la Universidad dispone en su Campus. Disfrutamos el habitar y observar ese maravilloso y enorme objeto. Ese día en el interior del Museo se dictó una clase de Antropología cultural y luego independizamos el objeto del punto de ingreso de aire para que los titiriteros pudieran manipularlo desde adentro mediante unos hilos atados a los vértices internos y generar desplazamientos por el espacio. El objeto tomó vida propia… Fue una experiencia increíble. Ese momento fue muy bien registrado por Joaquín de Aerocene Argentina.

El primer montaje público y al aire libre fue realizado en un playón del Campus en el marco del I Congreso Internacional de Arte y Ciencia “Los cielos” organizado por la UNSAM. Los siguientes montajes fueron en una cancha de rugby ubicada en el interior del Complejo penitenciario, en un galpón donde el Museo se convirtió en un aula para el dictado de una clase de filosofía y en otros sectores del Campus donde se montó para reparaciones.

El Museo Aero Solar Reconquista es un objeto de propiedad colectiva que seguirá recibiendo las intervenciones escritas que la gente que lo observe o lo habite desee hacer y quedará a disposición de toda la comunidad para ser montado donde algún equipo de personas tenga el deseo de hacerlo.

Sabemos que llegará un momento en que el frágil material que lo integra y que requiere permanentes reparaciones, ya habrá cumplido su ciclo vital, en ese momento haremos un relevamiento final de todo lo escrito y dibujado sobre él y seguramente en alguna singular ceremonia será entregado nuevamente a la Cooperativa Bella Flor para que ingrese a un proceso de reciclaje. Suena triste… pero sabemos que ese material sumado al trabajo de tantas personas, ha permitido que nosotros mismos hayamos podido reciclar y expandir nuestras emociones y nuestras mentes.

Agradecemos a Tomás Saraceno, Joaquín Ezcurra, Maxi Laina, Dalia Maini, Sasha Engelmann y a todos los aeronautas que a través de esta iniciativa de código abierto nos han inspirado y permitido transitar algunos momentos de nuestra vida con un poco menos de “gravedad”.

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Coordinación general del proyecto
Carlos Almeida

Coordinación de Aerocene Argentina
Joaquín Ezcurra

Coordinación de articulación territorial de la UNSAM
Ernesto “Lalo” Paret

Coordinadora de la Cooperativa Bella Flor
Nora Rodríguez

Coordinador de la Diplomatura en Arte y Gestión del CUSAM
Marcos Perearnau

Asesores de gestión artística y técnica
Camila Almeida
Nehuen Serpa

Laboratorio Inflable 2019 del IAMK: Equipo responsable del armado y montaje del Museo
Aero Solar “Reconquista/Arte”
Manuel Gómez
Rocío García
Carla Guerra
Lorena Fiorence
Gabriela Longo
Fernando Orecchio
Maria Paula Company
Daniel Pagnota
Laura Gómez Pescuma
Walter Dantes

Trabajadoras de la Cooperativa Bella Flor
Daiana Recalde
Griselda Taborda
Silvia Sánchez
Alcira Sánchez

Profesores y estudiantes del Centro Universitario San Martín (CUSAM)
María Laura Compañía (Profesora)
Juan Perea Pons
Chaparro Acosta
Pablo Sánchez
Arce Rolón
Iván Coronel
Diego Armóa
Jonatan Martínez Gómez
Brian Matínez
Alejandro Vertoti
Gayoso Martínez
Leonel Malinovsky
Guillermo Martínez
Ángel Silva
Damián Vallejos
Luis Varas
Víctor Vivas Molina
Acevedo Gómez
Silvana Ortiz Casco
Macarena Sosa
Rodrigo Altamirano

Estudiantes de Teatro de Títeres y Objetos, Danza y Artes Circenses de la cátedra
Antropología Cultural del IAMK
Paola Rojas
Tamara Prusak
Manuel Arias
Lucía Beatriz Chávez Mérida
María Paula Chalita
María Micaela Chirinos
Sariah Micaela Fernandes
Germán Alejo Haro
Victoria Marecos
Laura Medina
Monserrat Morlans
Jefferson Queipo

Docentes y personal de gestión del IAMK
Carolina Scaglione
Micaela Almeida
Florencia Petersen
Mercedes Lozano
Axel Lázari
Patricia Galletti

Equipo del Área de Articulación Territorial de la UNSAM
Nancy Salvatierra
Cecilia Lemandi
Gisela Bustos

Profesores y estudiantes del Instituto de Arquitectura y Urbanismo de la UNSAM
Sebastián Vela (Profesor)
Matías Lien Benitez (Profesor)

Juan Pablo Berbery (Profesor)
Flavio Adrián Becerro (Profesor)
Sebastian Alfieri
Geronimo Alvarez
Agustin Tomás Antolini
Daniela Aramayo
Maximiliano Armando
Jose Balbuena
Micaela Bazzano
Ignacio Begue
Gianluca Biaggetti
Keila Blackal
Carmen Elisa Bordon
Tamara Capornio
Yamila Carrazco
Lucas Castillo
Lautaro Celada
Elias Cena
Vanina Chaparro
Lautaro Ciongo Pasotti
Tobias Costa
Alejandra Cubides
Ignacio Evangelista
Morena Rene Federico
Diego Fernandez
Ivan Fernandez
Abril Gamarra
Federico Garcia Beres
Sol Giraudo
Mayra Romina Gomez
Juan Franco Gomez
Josefina Gonzalez
Juan Manuel Grasso
Magali Ariana Kalenok
Juan Ignacio Konradi Proto
Sebastian Konradi Proto
Juan Ignacio Konradi Proto
Daniela Kunschek
Santiago Lamela
Jimena Ledesma
Yair Leon
Gonzalo Luciani
Adriana Luy Martinez
Marina Mariscal
Agustina Martinez
Agustina Mitjans
Nicole Monpelat
Nazareno Monti
Natalia Morboso Pipparola
Micaela Morin
Nicole Moya
Maria Ojeda
Facundo Paniagua
Gonzalo Parada
Agustina Pastor
Martina Pavone
Sara Peña Monroy
Maria Belen Perez Gaitan
Gonzalo Pernicone
Tomas Piragine
Gonzalo Pombo
Nazarena Prada
Delfina Prebisch
Agustina Presas
Tomas Ramirez
Mario Jeronimo Rodriguez
Tomas Rodriguez Das Neves
Aylen Rubin
Eric Ruiz
Antonella Rocio Saccomanno
Camila Scaldafferro
Milagros Simon
Agostina Sisca
Matias Spitzer
Patricio Tamborenea
Ornella Tantino
John Tibaquira
Tamara Tjoruk
Tomas Turner
Cecilia Ureta
Silvia Vallejos
Nayla Villalba
Lautaro Villalba
Fernando Lautaro Villalba
Edgardo Villanueva
Liz Viveros
Nadia Von Schey
Mariano Willems
Matias Leonel Zotto

Profesor y estudiantes de la cátedra Filosofía de la Escuela de Humanidades de la UNSAM
Santiago González Cáseres (Profesor)
Carlos Dario Romero
Damaris Vanag
Melanie Llarin
Ramon Mujica
Cristian Pampin

Profesores y alumnos adolescentes de la Escuela de enseñanza artística Rogelio Yrurtia
María Clara Gabor (Profesora)
Andrea Daleoso (Profesora)
Jimena Sánchez (Profesora)
Mónica Villaverde (Profesora)
Veruscka Chuan (Profesora)
Eva Giulia Ayala
Sofía Buldrini
Sofía Chiara Cammarano
Luciana Macchi Defeo
Violeta De la Fuente
Micaela Nicole Karo
José Maria Martinez Didolich
Martín Lisandro Moreno
Sophia Brigitte Quiroga Grosso
Maite Quiroga Tevez
Florencia Ricci
Vicente Gala Rodriguez
Luna Sandonato
Manuela Seoane García
Milena Maria Vivaldi
Aylin Amén
Laura Melanie Sabrina Bautista
Ariadna Calabró Villarreal
Carla Cámera
Agustina Carullo
Joaquin Casas
Lara Chacur
Haret Coronado
Ivon Condori
Ema Correa
Lauro Divito
Ema Falcón
Clara Fernández
Rocío Gómez Fernández
Franco Guzmán Mamani
Barrios Agustín López
Lourdes López
Angely Mamani Sillero
Malena Ramos
Eneas Rodríguez
Ramiro Sarno
Lourdes Orkonina

Profesora y alumnos de la Escuela Secundaria 31 de San Martín
Analía Lozana (Profesora)
Nicolás Aquino
Benjamín Cabrera
Walter Mena
Tiziano Pereyra
Esquivel Milagros

Otras personas anónimas, amigas y familiares nuestros, que participaron del MAS donando
bolsas plásticas para su construcción.

Profesor a cargo del Laboratorio inflable
Carlos Almeida

Decana del IAMK
Laura Malosetti Costa
Rector de la UNSAM
Carlos Greco